La
noción de persona íntegramente cuatro dimensiones: la biológica, la psíquica,
la espiritual y social, y todas confluyen y coexisten determinando una dinámica
propia de funcionamiento, una totalidad.
El
ser concreto de la persona no es el ser completo idéntico a sí mismo, es un ser
inacabado, que va modelándose cuantitativa y cualitativamente como resultado de
diferentes estímulos. Por lo que la noción de persona no implica solamente el
ser actual, sino del que puede llegar a ser, el ser posible, y en esa
posibilidad radica gran parte de la responsabilidad familiar y social antes
mencionada. En esa posibilidad también radica la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario